En muchas ocasiones las personas cedemos a las demandas y peticiones de los demás, olvidando qué es lo que queremos. Decir no, negarse ante la insistencia de otra persona puede resultar violento y molesto, es por ello que a veces la gente acepta lo que se le pide, sin contemplar la opción de dar una negativa.
 
Además existen personas que parecen no escuchar las negaciones, insistiendo hasta la saciedad en lo que desean de ti. Ante este tipo particular de personas puede parecer una buena opción ceder ante sus demandas como una manera de salir del paso y conseguir que no sigan insistiendo, pero hay que plantearse si hacer esto es realmente la solución correcta y si merece la pena. Particularmente pienso que no.
 
 
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Todos nosotros debemos hacer valer nuestros derechos, derechos como el de decir no, impedir que alguien se aproveche de ti, negarte ante una petición que no consideras justa o ante hacer algo que no deseas hacer.
 
Expresar estos derechos es algo que considero muy importante, sin embargo es fundamental hacerlo de la manera adecuada, esto es, no de forma agresiva, hostil, pero tampoco pasivamente, sin determinación. Es conveniente encontrar el punto óptimo en la escala agresividad-pasividad, que nunca será el mismo para cada uno de nosotros.
 
Una buena técnica para decir no es la llamada técnica del disco rayado. Consiste en repetir tu negativa de manera constante aunque la otra persona insista. Es importante evitar dar argumentos o justificarse ya que la otra persona contraargumentará  y seguirá con su insistencia. 
 
Pongamos un ejemplo muy común. Imagínate que te llaman por teléfono de una compañía telefónica ofreciéndote una nueva tarifa o producto en el que no estás interesado. La respuesta que podrías dar sería «no, no estoy interesado», ante la cual seguirían ofreciéndote las ventajas de su producto. En este caso seguirías negándote «no, no me interesa, gracias» y seguir repitiendo la misma frase («no me interesa») independientemente de lo que diga el otro. Es necesario hacerlo con calma y no dando más razones ni justificaciones. 
 
Con esta técnica conseguimos que la otra persona se de cuenta de que no va a lograr nada con su insistencia, y por lo tanto finaliza la petición. Entiende que no vas a entrar en discusiones y que no vas a ceder. Así, no tiene otro remedio que desistir.
 
El disco rayado es una técnica muy eficaz que puedes utilizar en multitud de situaciones en las que deseas negarte a algo, en el entorno laboral, con amigos, familia, ante vendedores, etc.
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