En la cultura occidental, debido a una tradición social y científicamente muy arraigada que valora ciertos tipos de habilidades o aprendizajes frente a otros, solemos entender el concepto de inteligencia como aquella capacidad humana que permite solucionar problemas, especialmente en el área logístico-matemática. En las distintas definiciones de inteligencia que se han elaborado a lo largo del tiempo destacan ideas como:

-Capacidad mental unitaria.

-Habilidad para razonar y planificar.

-Pensamiento abstracto.

-Cociente intelectual.

Este tipo de rasgos y características de la inteligencia eran los que predominaban hasta los años 80 del pasado siglo.

En 1983 el psicólogo norteamericano Howard Gardner publica “Las estructuras de la mente”. En este trabajo Gardner afirma que la inteligencia es un potencial que cada persona posee en diferente grado y que no puede ser medida (como otras teorías proponían) por instrumentos como los test de cociente intelectual.

A partir de estas premisas Gardner propone la teoría de las inteligencias múltiples.

¿Qué son las inteligencias múltiples?

Esta teoría nos dice que las personas no tenemos una inteligencia global y unitaria que aplicamos en los diferentes ámbitos de nuestra vida, sino que, más bien, contamos con variados tipos de inteligencias.

Estas inteligencias se aplican en distintas áreas de la vida y permiten desplegar multitud de habilidades en función de la tarea que se tenga por delante.

Estas inteligencias son conceptualizadas por Gardner como una red de inteligencias autónomas pero relativamente relacionadas entre sí.

Desde esta teoría se postula que el hecho de tener un grado alto o bajo de determinado tipo de inteligencia dependerá de varios factores, entre ellos:

  • La cultura: los valores principales de determinada cultura instigarán determinados tipos de inteligencia consideradas (desde esa cultura particular) como las más útiles, prácticas, correctas o socialmente deseadas
  • Oportunidades y recursos: serían todos aquellos recursos de los que se puede valer la persona para desarrollar la inteligencia o habilidad particular. Ejemplos de ello serían el acceso a la educación, centros deportivos, culturales y artísticos…
  • Entorno cercano: aquí nos referimos principalmente a la familia, profesores y personas cercanas, que instigarán (o no) el desarrollo de determinada inteligencia.

En la siguiente parte seguiremos explicando los diferentes tipos de inteligencias múltiples y si tienen o no relación con los diferentes problemas psicológicos que se puedan presentar, como pueden ser depresión, ansiedad o problemas alimenticios.

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